La Historia de Adicción a los Analgésicos de Brandon

Brandon era un piloto de bicicleta/motocross BMX (modalidad acrobática del ciclismo) durante la mayor parte de su adolescencia. Cuando se rompió los ligamentos de la rodilla en un accidente, se le dio opiáceos para el dolor. Ese fue el comienzo de una adicción destructiva que se necesitarían varios años para salir de ella.

Fue sometido a cirugía reconstructiva en la rodilla y continuó tomando los opiáceos mientras sanaba. Siguió tomando las pastillas después de que se sintió mejor. Sólo sabía que se sentía bien cuando las tomaba. No sabía que eran adictivas.

Cada vez que sufría una lesión, estas iban acompañadas por más pastillas para el dolor. En un momento, durante un período de tiempo en el que no estaba lesionado, le retiraron las pastillas para el dolor. Se sentía enfermo y horrible y nunca se imaginó que estaba pasando por los síntomas de la abstinencia de los opiáceos.

Tenía dieciséis años de edad en ese momento. Fue a una fiesta y sus amigos estaban inhalando OxyContin. Cuando se les unió, repentinamente dejo de sentirse enfermo o mal. Pensó que había encontrado lo que necesitaba.

Sus padres notaron el consumo excesivo de alcohol que tenía y cuando tenía diecisiete años, fue a su primer programa de rehabilitación. Era un programa de tres meses el cual no terminó. Él no vio el problema que tenía con el abuso de drogas, por lo que abandonó el programa y comenzó a fumar marihuana y a beber. Pronto, comenzó a usar opiáceos de nuevo.

nueva-vidaMuy pronto, el uso indebido de opiáceos lo llevó a la heroína, que podía conseguir en su escuela secundaria. Sus amigos lo convencieron de que la inyección de heroína era aún más impresionante, y Brandon perdió toda idea de control en este punto. Los dos siguientes años de su vida estuvo controlada por su adicción excesiva a la heroína.

Su único propósito en la vida era seguir consumiendo la heroína que necesitaba. Obtenía Suboxone, un opiáceo para el tratamiento de la adicción en una clínica, pero la mayoría de las veces vendía el Suboxone o lo usaba junto con la heroína.

Trató de limpiarse en un centro de rehabilitación de largo plazo, pero se salió y se emborrachó después de varios meses de sobriedad. No fue hasta que su familia encontró Narconon que comenzó a aprender a vivir una vida sobria.

Debido a que había empezado a consumir drogas pesadas a muy temprana edad, nunca había tenido la oportunidad de desarrollar habilidades para la vida o para madurar. Fue en Narconon, que empezó a crecer y a dejar atrás los viejos resentimientos. “Empecé a tener una sensación feliz natural – lo cual no había sentido en mucho tiempo”, dijo.

El programa Narconon fue el primer centro de rehabilitación en que se graduó. Él decidió quedarse en el centro de rehabilitación para ayudar a otros a través de su propia recuperación. Después de toda la ayuda que había recibido del programa Narconon, le pareció que era lo que tenía que hacer.